¿Cómo funcionan las tarjetas revolving?
Las tarjetas revolving operan con un tipo de interés variable que se calcula sobre la deuda pendiente del usuario. Por ejemplo, si tienes una deuda de 3.000 euros con un interés del 26 por ciento, los intereses mensuales serían de alrededor de 100 euros. A medida que pagas la deuda, los intereses se van reduciendo, pero si vuelves a utilizar la tarjeta aumentará nuevamente el monto de intereses. Esta característica puede llevar a que, a largo plazo, termines pagando una cantidad considerable en concepto de intereses.
¿Qué diferencia hay entre las tarjetas revolving y los préstamos tradicionales?
La principal diferencia entre las tarjetas revolving y los préstamos tradicionales radica en la forma en que se calculan los intereses. Mientras que en un préstamo tradicional se paga una cuota fija que va amortizando la deuda, en las tarjetas revolving los intereses se calculan sobre el saldo pendiente, lo que puede llevar a que los pagos mensuales estén compuestos en su mayoría por intereses y prolongar el tiempo de pago.